GUATEMALA: Aprender enseñando
Era mi primer voluntariado en el extranjero y todo me resultaba nuevo. Sin embargo, los guatemaltecos no tardaron en hacernos sentir en casa a mi hermana y a mí.
Allí la educación, ese pilar tan importante y que tanto se menosprecia en mi país, es accesible a muy pocos niños y niñas. Según las estadísticas, solo una de cada 100 mujeres logra acceder a estudios universitarios.
Sin embargo, no son los datos los que me hicieron creer en la importancia del trabajo que íbamos a hacer allí. Fueron las propias niñas. Ellas, con sus sueños aún por cumplir y sus futuros inciertos. Ellas me convencieron de que todo el esfuerzo que hiciéramos para que continuasen estudiando, merecería la pena.
Llegué a la primera de las escuelas que visitamos pensando que era yo la que estaba allí para enseñar, pero me equivocaba. Recibí grandes lecciones en aprovechamiento de recursos de niñas de tan solo 9 años y que apenas me llegaban a la altura de mi cintura. Pero sobre todo, aprendí de sus deseos más profundos, esos que ni siquiera habían contado a sus familias. Supe que les encantaría poder hablar conmigo en inglés y en italiano. Que les gustaría ser grandes doctoras, maestras, policías… o incluso ingenieras como yo.
Me produjo cierta ternura cuando una alumna me contó que, cuando supo que le habían dado la beca, fue todo el camino de vuelta a casa contándoselo a la gente. La ayuda significaría que podría continuar estudiando el básico (el equivalente a nuestra secundaria).
Me gustaría llevarme de los guatemaltecos: su capacidad para teñir cualquier desgracia de solidaridad y buen humor, el saber que una empresa “no empieza con el dinero, sino con la idea”, el jamás conformarme con la opción fácil.
Pero sobre todo, me gustaría llevarme la certeza de que quiero: APRENDER ENSEÑANDO.
¡Hola Cris!
ResponderEliminarMi enhorabuena por tu entrada y por tu labor en Guatemala. Me ha encantado que nos hayas acercado un poquito de otra cultura y que te llevases de allí la mochila cargada de aprendizajes. Me quedo con la frase "jamás conformarme con la opción fácil" y que aunque sea difícil, eso a veces nos hace aprender mucho más.
¡Muchas gracias!
Gracias Meni! Fue un voluntariado muy bonito y del que me he llevado muchas cosas buenas.
EliminarPor cierto, me encanta tu Blog! Espero poder seguir aprendiendo de ti en el resto del Master. Un abrazo enorme!
Uauu! Estás son las experiencias realmente enriquecedoras de la vida. Espero que nunca pierdas esa energía y tengas inquietud por seguir haciendo cosas grandes!!
ResponderEliminarMil gracias Nuria!
EliminarQue bonita la experiencia la verdad Cris :) Me ha encantado tu entrada y muy interesante tu conclusión: enseñando se aprende mucho. Y no depende de la edad de los alumnos. Es increíble lo que personas tan peques pueden enseñarte.
ResponderEliminarGracias Sara! Efectivamente, no importa la edad, siempre podemos aprender algo cuando enseñamos :)
EliminarComo ya te dije, admiro mucho a las personas que viven estas experiencias. Gracias por acercarnos estas historias. Al final son las que nos definen.
ResponderEliminarGracias Samira! Es un gusto tener compañeras de trabajo como tú. Ojalá poder compartir una experiencia de este tipo contigo :)
EliminarHola Cris ! Que linda experiencia que tuviste, gracias por compartirla con nosotros, no hay más linda lección que esta, saber que de todos aprendemos.
ResponderEliminarMuchas gracias Julie! Fue una experiencia preciosa, que espero poder repetir pronto. Un abrazo!
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